Desarrollan un método para ver cómo interactúan las bacterias en los plásticos agrícolas

Un equipo del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba (IAS-CSIC) ha desarrollado un innovador método para estudiar con mayor precisión las comunidades microbianas que habitan sobre los residuos plásticos utilizados en agricultura intensiva. La investigación, publicada en la revista Applied Soil Ecology, permite por primera vez diferenciar entre los microorganismos que viven directamente sobre el plástico —denominado “plastiplano”— y los que crecen en las partículas de suelo adheridas a él, formando la llamada “plastisfera”.

Este avance abre nuevas vías para comprender mejor el impacto ecológico de los acolchados plásticos, empleados para cubrir el suelo agrícola con el fin de retener humedad y controlar malas hierbas. Además, sienta las bases para identificar bacterias con potencial para degradar estos residuos, lo que podría tener aplicaciones en técnicas de biorremediación más eficaces y sostenibles. “Cuando se habla de polución plástica, principalmente pensamos en ambientes como mares o ríos, y apenas se pone el foco en los suelos”, ha destacado Giovana Macan, investigadora principal del estudio.

La investigación empleó muestras reales de polietileno, el plástico más utilizado en acolchados agrícolas y también presente en objetos cotidianos como bolsas o envases. Los fragmentos se recogieron en campos de Baza (Granada), una zona representativa de la horticultura intensiva, donde es habitual el uso de estas láminas plásticas, que con el tiempo se fragmentan en macro y microplásticos, acumulándose en el suelo.

Una de las claves del estudio ha sido la creación de un protocolo para separar cuidadosamente las dos zonas de interés en cada muestra: el plano plástico (plastiplano) y la plastisfera. Esta distinción permite analizar por separado las comunidades bacterianas que habitan en cada entorno, teniendo en cuenta que ambos presentan condiciones físicas y químicas distintas, lo que influye en el tipo de microorganismos que se desarrollan en cada uno.

Los resultados del estudio suponen un paso relevante para entender la interacción entre los residuos plásticos y los ecosistemas terrestres, tradicionalmente menos estudiados que los marinos en lo que respecta a contaminación por plásticos. Con este conocimiento, los investigadores esperan avanzar en el diseño de estrategias más efectivas para el tratamiento de residuos agrícolas plásticos mediante el aprovechamiento de microorganismos con capacidad para degradarlos.