Claves: la Ley de agricultura familiar

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación inició el 3 de marzo de 2025 la fase de consulta pública previa al proyecto de Ley de agricultura familiar, que pretende fomentar y mejorar el desarrollo rural y la soberanía alimentaria del país.

¿Qué es la agricultura familiar?
Aquella forma de producción agrícola y ganadera gestionada principalmente por una familia. Estas explotaciones suelen ser de tamaño pequeño o mediano y están basadas en sistemas de producción tradicionales, muy ligados a las comunidades rurales.

¿En qué se diferencia de la agricultura industrial?
La agricultura familiar prioriza la gestión humana, el arraigo territorial y, a menudo, métodos de producción más sostenibles, en contraste con la orientación más mecanizada, intensa y a gran escala de la agricultura industrial.

¿Qué considera la ley como agricultura familiar?
Aquellas unidades productivas de tamaño reducido que utilizan mano de obra fundamentalmente familiar, tienen la agricultura o la ganadería como principal fuente de ingresos y residen en el lugar o en lugar cercano de donde producen.

¿Cuál es el objetivo principal de la ley?
Reconocer jurídicamente a los agricultores familiares como sujetos de derechos, para garantizar su acceso a la asistencia técnica, al crédito rural, a los seguros agrícolas y a programas de formación y mejora de la producción, entre otros beneficios. También promueve la participación de la mujer y los jóvenes y fomenta el relevo generacional en el campo.

¿Por qué es importante la agricultura familiar?
Porque contribuye decisivamente a la producción de alimentos en muchos países. Solo en España, representa el 80% de las explotaciones agrarias y aporta el 60% del empleo del sector. Aunque muchas de estas explotaciones no son muy grandes en tamaño ni en volumen de producción, se consideran estratégicas para el equilibrio territorial, la cohesión social en el medio rural y la soberanía alimentaria.

¿Qué otros beneficios tiene esta agricultura?
Facilita la venta directa del productor al consumidor y mejora los mercados locales con alimentos más frescos y con una mejor trazabilidad. Además, promueve prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y los recursos naturales, garantiza una mayor diversidad de cultivos y sostiene el tejido social del mundo rural.

¿En qué estado se encuentra este proyecto?
De momento se encuentra en un estado de desarrollo muy temprano. Acaba de terminar el periodo de consulta pública, para recabar opiniones de los agentes sociales y económicos, y ahora comienza el desarrollo del anteproyecto de ley, su aprobación por el Consejo de Ministros, su tramitación parlamentaria y, en el caso de su aprobación, su publicación en el BOE. Si todo saliera bien, no se espera que entre en vigor antes de finales de 2026.

Cuáles son los principales riesgos que corre esta ley
Que no se apruebe por algún motivo, como la falta de acuerdo o la convocatoria anticipada de elecciones. Y si se aprueba, que no cuente con financiación, una reglamentación clara o coordinación con las comunidades autónomas. También preocupa un posible exceso de burocracia. Además, si la ley se centra únicamente en el tamaño de la explotación y no tiene en cuenta la mano de obra familiar o el vínculo con el territorio, podría favorecer modelos que, aunque familiares en la gestión, no contribuyan realmente a los objetivos de sostenibilidad y desarrollo rural.