Cantabria y Asturias toman la delantera en los cupos de caza del lobo al mes del cambio de la ley

Un mes después de que el lobo fuera excluido del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), Cantabria y Asturias han aprobado cuotas de caza de 41 y 53 ejemplares, respectivamente. La medida, impulsada por una enmienda del PP respaldada por Vox, Junts y PNV, ha sido celebrada por los ganaderos pero criticada por ecologistas y la ministra Sara Aagesen, quien la calificó de "precipitada e irresponsable".

Galicia ha reactivado el control del lobo, permitiendo su caza en casos de "daños recurrentes", mientras Castilla y León busca extender las medidas al sur del Duero. El gobierno asturiano iniciará las capturas en zonas con mayor incidencia de ataques, y Cantabria ya publicó sus cuotas, válidas hasta julio de 2026.

División entre sectores
Organizaciones agrarias como COAG y Asaja respaldan la medida, citando un aumento del 40% en ataques al ganado desde 2022. En cambio, grupos ecologistas como WWF y Ecologistas en Acción la consideran un "retroceso histórico" y han organizado protestas bajo el lema 'Matar lobos no es la solución'.

Ascel y Ecologistas en Acción han presentado recursos para frenar las extracciones, mientras Podemos y Alianza Verde han solicitado al Defensor del Pueblo y la Comisión Europea que evalúen la constitucionalidad y legalidad de la medida.

Aunque las comunidades autónomas defienden un control "responsable", el debate sigue abierto, con ecologistas exigiendo diálogo y bases científicas, y el sector ganadero presionando por mayor flexibilidad. La polémica refleja el conflicto entre conservación y actividad rural.